Seagull 1963 – La joya de la historia relojera china.

Por regla general, cuando hablamos de relojes chinos tendemos a catalogarlos como relojes de pésima calidad o de imitación. Seagull 1963 es un reloj cronógrafo de cuerda manual, diseñado, fabricado y comercializado en China, creado originalmente para los pilotos del ejercito chino, que te asombrará.

Como seres humanos, nos resulta muy difícil evitar a veces ser un tanto prejuiciosos, tal vez sea parte de nuestra naturaleza con la que nos vemos conscientemente obligados a luchar para evitar caer en trampas en las que -sin querer- nos meten nuestros pensamientos: como la de etiquetar a las personas, generalizar casos particulares, estereotipar… En fin: prejuzgar; lisa y llanamente.

Pero si, para colmo, a la ecuación le sumamos que además de humanos somos aficionados a la relojería, entonces el prejuicio -que muchas veces va de la mano con la otra trampa que es el snobismo-, lamentablemente tiende a volverse más común y nos merece un mayor esfuerzo darnos cuenta y erradicarlo de nuestro pensamiento, para que así nos permitamos disfrutar de piezas distintas; no necesariamente mejores o peores, pero que nos proponen algo diferente: algo que puede ser tan bello y valorable como lo que nos da la relojería más tradicional o más mainstream si se quiere.

No es que me quiera poner filosófico, después de todo te vengo a hablar sencillamente de un reloj, pero me parece apropiado mencionar esta cuestión porque resulta que la pieza que vamos reseñar no viene de occidente, sino de oriente (alerta amarilla para el prejuicio relojero) y más particularmente de la china (alerta roja para el prejuicio relojero).

Como sabemos, dentro de este ámbito, muchas veces la procedencia de los relojes tiende a condicionar nuestra forma de verlos y caemos -casi sin darnos cuenta- en la trampa del prejuicio: hablar en relojería de un reloj proveniente de la tan subestimada como temida China (quizás una subestimación que es en realidad hija de cierto temor consciente o inconsciente) suele venir acompañado con conceptos como “baja calidad”, “falta de historia o heritage”, “diseños copiados”, “falta de originalidad” y una larga lista de despectivos etcéteras.

Y en realidad estas cuestiones -que si bien es cierto que existen en algunas marcas chinas- no son exclusivas de la relojería china, sino que también podemos encontrarlas en algunos ejemplares de distintas procedencias, inclusive europea, que curiosamente no suelen ser igualmente criticados como sus pares orientales: Una vez más, es una trampa del prejuicio asociar la procedencia de una pieza con una predeterminada superioridad o inferioridad.

En fin, así como la historia, la buena construcción y buenos materiales son características que podemos apreciar en muchas marcas occidentales, también podemos hallarlas en relojes orientales, y lo que tal vez sea más escandaloso, a precios que comparados con los del mercado occidental, resultan muy, pero muy competitivos. Y la pieza de hoy, es prueba de eso.

Este reloj es 100% chino, yo diría más bien orgullosamente chino, porque lo es desde su diseño, pasando por su construcción y hasta su historia. Y si no lo conocías te lo presento, hoy en IGORMÓ nos acompaña el Seagull 1963.

PRIMERAS IMPRESIONES DEL SEAGULL 1963.

Antes de hablar de la historia de este reloj, vamos primero a mencionar los aspectos técnicos.

Si bien lo podemos encontrar en varias versiones de esfera y tamaños, nuestra versión vendría a ser la que, salvo por el cristal de zafiro, más se acerca al diseño original del primer reloj de la Fuerza Aérea China de principios de los años 60.

Está construido en acero inoxidable con acabado pulido en todas sus superficies y cuenta con una:

  • Caja de 38 mm de diámetro sin contar la corona.
  • Distancia de asa a asa de 47 mm, lo que, en mi muñeca de 17,5 cm de circunferencia, le da una buena presencia a pesar del diámetro de caja más bien chico. Y de hecho permíteme agregar que estas dos dimensiones (el diámetro de la caja de 38 mm y distancia de punta asa a asa –o lug to lug como le dicen los angloparlantes-) son idénticas a las de otro reloj militar que es un clásico entre la afición: el Hamilton Khaki Field Mechanical.
Seagull 1963 Calibre ST1901 y Hamilton Khaki Field Mechanical

Dos clásicos militares de occidente (Hamilton Khaki Field Mechanical) y de oriente (Seagull 1963) que comparten medidas de diámetro de caja y distancia de punta de asa a asa.

Eso sí, donde encontramos la principal diferencia en cuanto a dimensiones entre estos dos relojes es en el grosor: el Seagull 1963, con su cristal de zafiro levemente domado y, obviamente, el espacio que le requiere su relativamente grueso calibre cronográfico, tiene un espesor de 14 mm., lo cual no es sutil, pero tampoco es excesivo. Digamos que no se va a deslizar por debajo de la manga de una camisa, pero tampoco va a resultar demasiado grande como para usarlo con una vestimenta formal (al menos en mi opinión).

Nos queda hablar de la distancia entre asas, que es de 18 mm. Este es el ancho de correas que esta pieza puede utilizar, y créeme que es una medida a tener en cuenta si te interesa tener este reloj en tu colección, porque es prácticamente ilimitada la combinación de correas que le quedan realmente muy bien: desde las de tipo más militar como natos y bund, hasta correas de cuero que le pueden dar una estética más formal.

Todas lo complementan de manera excelente y le pueden dar una vibra más formal o distendida, dependiendo de lo que le pongamos. En este sentido, al igual que el otro reloj militar que mencioné antes, el Khaki Field Mechanical, este Seagull está hecho un Strapmonster.

Seagull 1963 Calibre ST1901

Según la correa que le pongas, el estilo del reloj cambia

En cuanto a resistencia al agua, en esta pieza es de apenas 30 mts, así que básicamente resistente a salpicaduras, lavados de manos y no mucho más.

COMPLICACIONES Y CALIBRE DEL SEAGULL 1963

La única complicación que vamos a encontrar en este reloj es la de cronógrafo, por lo que no hay ninguna ventanita de fecha que irrumpa en la simetría de la esfera. Así que si sos de esas personas que prefieren una esfera sin cortes y reniegan de los fechadores, entonces este Seagull te va a resultar interesante.

Pasando al movimiento, nos vamos a encontrar con la verdadera estrella de la película: el calibre Seagull ST1901, que vamos a poder apreciar desde el cristal de exhibición que está en la tapa trasera del reloj. Así es, tal como existe en el Omega Speedmaster, esta versión del Seagul 1963 vendría a ser una especie de Sapphire Sandwich: con cristal de zafiro tanto al frente como atrás del reloj. Y eso la verdad es un golazo, porque es probablemente de las cosas más lindas que visualmente tiene para dar esta pieza.

El calibre ST1901 es un movimiento mecánico cronógrafo de cuerda manual que cuenta con la famosa column wheel o rueda de pilares, que es la pieza clave con la que el movimiento administra el acople y desacople del mecanismo del cronógrafo a través de los pulsadores que tiene el reloj en su costado.

Este calibre, la verdad hay que decirlo, es bonito a la vista: cuenta con dos de sus puentes decorados con un acabado tipo Geneva stripes o líneas de ginebra, que es ese patrón de rectas paralelas que quedan realmente muy elegante.

Claro, sabemos que en este nivel de precios estos acabados seguramente son logrados a través de máquinas y sin demasiada atención al detalle, pero aun así son muy valorables.

También podemos ver otra decoración muy llamativa dentro del movimiento: los tornillos que sostienen los puentes y fornituras son azules: pero ojo, acá hay que hacer una aclaración… En las piezas de alta relojería generalmente podemos encontrar que los tornillos son sometidos a un tratamiento térmico especial con el que toman un color azul muy vistoso y vibrante. Ese proceso conlleva tiempo y un esfuerzo que obviamente se ve reflejado en el precio final de la pieza.

En este caso los amigos de Seagull hicieron una trampita en pos de mantener los costos bajos: se ahorraron el complejo proceso térmico y directamente pintaron los tornillos… Ya lo sé, no suena como una salida muy elegante, pero te aseguro que el color está muy logrado. Eso se nota especialmente cuando miramos el movimiento desde distintos ángulos.

Seagull 1963 ST1901

El movimiento Seagull ST1901 con su característica rueda de pilares destacada por un gran tornillo azul (sí, pintado).

Por supuesto, en el tiempo, cuando tengamos que someter el reloj a un service de mantenimiento, es muy probable que en el proceso de desarmado y/o rearmado del calibre, los tornillos se despinten, cosa que no sucedería si hubiesen sido térmicamente azulados… pero bueno, acá hay que tener en cuenta el factor preponderante que es el precio. Y ya tener estos detalles en el movimiento, aunque no sean del más alto acabado y resulten incluso pasajeros, no está nada mal de todas formas si hablamos de un reloj que ronda los USD 200 $.

Dentro de lo técnico, del movimiento ST1901 nos resta decir que cuenta con 21 rubíes, 21.600 alternancias por hora (o sea que la aguja segundera se mueve a razón de 6 pasos por segundo) y no es hackeable: es decir que la pequeña aguja de los segundos que está en la subesfera a la altura del índice de las 9, no se va a detener cuando tiremos de la corona hacia afuera para setear la hora, sino que va a seguir su marcha.

Finalmente, hablando de marcha, la reserva de marcha en la información que nos facilita el fabricante, declaran 45 hs. pero a mí me dio un mejor resultado que se aproxima a las casi 50 hs., sin tener activado el cronógrafo, vale aclarar. Francamente esa autonomía creo que no está nada mal para una pieza de cuerda manual.

ESFERA Y ASPECTO DEL SEAGULL 1963

Hablemos de la esfera de este Seagull 1963, porque, independientemente del tamaño del reloj, si hay un indicio bien claro que nos habla del carácter vintage de esta pieza, sin dudas es la esfera.

El color base de la esfera lo podría describir como de una sutil tonalidad champaña que se realza y deja notar más claramente su color con la luz.

En el borde externo de la esfera nos vamos a encontrar con una circunferencia impresa finamente en color negro con líneas correspondientes a los minutos y, en cada incremento de 5, los números arábigos impresos: 60, 5, 10, 15 y así hasta dar la vuelta completa y regresar al 60. Sin duda una regla muy útil para verificar con precisión la medición que arroje la aguja trotadora del cronógrafo.

Avanzando en dirección hacia el centro de la esfera, debajo de estas impresiones encontramos los índices aplicados en metal de color dorado y con un acabado pulido muy brillante. La configuración de estos índices me recuerda mucho a los del Seiko SARB017, el famoso Seiko Alpinist de esfera verde que también tiene los índices aplicados dorados, siendo números arábigos en los pares y triángulos invertidos en los impares.

Seagull 1963 ST1901 y Seiko Alpinist

La comparativa entre los índices dorados del Seagull 1963 y el Seiko SARB017

Tal vez se pueda llegar a pensar que los índices dorados sobre una esfera color champaña no serían la mejor elección para una buena legibilidad, pero en este caso sí lo son, porque el acabado color oro pulido con alta reflectividad atrapa perfectamente la luz y eso sumado a la tridimensionalidad de los índices, los hacen contrastar perfectamente sobre la superficie pálida de tonalidad champaña.

Otro elemento que se destaca en la esfera y le confiere mucha personalidad a este reloj es la estrella aplicada de vibrante color rojo que encontramos centrada bajo el índice de las 12 y que, haciendo juego con los índices, tiene un contorno dorado pulido. Se trata de la nota distintiva que nos permite establecer el vínculo de este reloj con el Ejército Popular de Liberación Chino, cuyo logotipo es precisamente esa estrella roja de contorno dorado.

logo ejercito liberación chino

Logo del Ejército Popular de Liberación Chino

Debajo de ella encontramos la inscripción “21 zuan”, que significa 21 rubíes y centrado sobre el índice de las 6, ya con caracteres de la lengua china, encontramos la inscripción: CHINA – TIANJIN, que es la procedencia de este reloj, siendo que Tianjin es la ciudad portuaria en la cual se ubicaba originalmente la TIANJIN WATCH FACTORY, que en 1992 pasó a llamarse SEAGULL WATCH CORPORATION y que, valga el dato, al día de hoy, hablando en términos de volumen, es la mayor productora de movimientos mecánicos a nivel mundial.

Siguiendo con los elementos de la esfera, en muchos lugares vas a encontrar que se refieren a este tipo como relojes cronógrafos bicompax, este término medio rimbombante y en apariencia complejo sencillamente quiere decir que el reloj cuenta únicamente con dos subesferas: una de ellas es la que marca los segundos, por lo que vamos a ver ahí una pequeña aguja azul (obviamente pintada como los tornillos del calibre) con un formato muy atractivo en mi opinión, con un contrapeso en forma de diamante, moviéndose continuamente a razón de 6 pasos por segundo; mientras que en la otra subesfera, que es el registro de los minutos acumulados del cronógrafo (cuyo máximo son 30 minutos), vamos a encontrar una aguja que tiene exactamente el mismo formato que la del segundero (aunque puede variar en otras versiones de este reloj), y esta aguja se va a mover de a un salto por índice por cada vez que la trotadora del cronógrafo realice una vuelta completa, permitiéndonos así, llevar la cuenta de los minutos que van pasando mientras el crono sigue activado.

Las agujas de las horas y minutos, son del mismo color azul que las pequeñas de las subesferas, lo cual hace que leer la hora en este reloj sea una tarea muy sencilla, eso sí, el formato de estas agujas es distinto: son bastones. La de las horas es corta: apenas llega a la altura de los índices, y la de los minutos es tan alargada que llega hasta el borde extremo de la esfera, tocando la circunferencia de color negro sobre la cual están impresos los minutos. Ese detalle me encanta porque te permite ver a la aguja pasando claramente por encima del minuto que quiere señalar. Una vez más, un 10 en legibilidad.

Seagull 1963 ST1901

Y claro, dejé para el final a la protagonista de la esfera, la trotadora del cronógrafo: una delgada pero notoria aguja de un estridente color rojo que se estira hasta los pequeños índices negros del exterior de la esfera y cuyo extremo está ligeramente doblado hacia abajo como para enfatizar aún más sobre qué índice está transitando.

EL SEAGULL 1963 EN MIS MANOS

Las sensaciones en el uso de este reloj es el apartado que no puedo dejar de enfatizar y que ponen a los cronógrafos mecánicos en una liga completamente distinta que los de cuarzo: Es emocionante sentir la acción y el sonido de los pulsadores para activar el cronógrafo.

Al costado de la caja tenemos, a la derecha y a la izquierda de la corona -razonablemente grande- que está situada a las tres, los pulsadores con el formato tradicional de los cronos de la década del 60. Al presionar el pulsador que está a la altura de las dos, y cuando digo presionar, es presionar con ganas -recordemos que se trata de un crono mecánico y tenemos que hacer una fuerza razonable para que las palanquitas que están conectadas con el pulsador que inicia el cronógrafo venzan la resistencia de los mecanismos internos y se pueda acoplar a la aguja trotadora con la rueda de los segundos- la sensación se completa con ese satisfactorio click que nos confirma que el intrincado calibre hizo su trabajo y vemos cómo la trotadora roja inicia su recorrido a través de la esfera.

Presionando una vez más el mismo pulsador -ya no es necesario que sea con la misma fuerza que al inicio- vemos que la trotadora se detiene gracias al desacople del mecanismo.

Y, finalmente, para reiniciar el ciclo, nos encontramos con otra de las sensaciones únicas que nos ofrece un cronógrafo mecánico: el reseteo a cero del cronógrafo. Presionando suavemente el pulsador que se encuentra a las 4, casi podemos sentir en la punta del dedo ese latigazo que hace regresar de un salto a su posición inicial tanto a la aguja trotadora roja como a la acumuladora azul de la subesfera.

Es una sensación única… si no tenemos experiencia previa con cronógrafos mecánicos o automáticos, la primera vez es incluso un poco atemorizante: nos puede llegar a dar la impresión de que rompimos algo. Pero ese miedo se disipa rápidamente cuando vemos que las cosas siguen funcionando como deben y después repetimos el proceso, disfrutando de ese juego de fuerzas, presiones, clicks y latigazos que sentimos en la punta de los dedos cada vez que accionamos, detenemos y reseteamos el crono.

Es una experiencia muy particular que en este reloj además tenemos la suerte de poder complementar visualmente si la repetimos dándolo vuelta, ya que tenemos el cristal de exhibición que nos da acceso a los detalles del mecanismo del calibre respondiendo ante cada click del pulsador.

Y si te cruzas alguna vez con este reloj -o con cualquier otro cronógrafo mecánico con cristal de exhibición en la tapa trasera- te recomiendo que no te pierdas esta experiencia también observando el calibre con una lupa de relojero… es sencillamente impresionante.

REMONTE MANUAL: EL AURA VINTAGE DEL CRONÓGRAFO MECÁNICO

Como ya dijimos, este es un reloj mecánico, así que como en toda pieza de esta característica, la acción de la corona para darle cuerda va a ser muy importante porque la vamos a estar utilizando con frecuencia.

En este caso la corona, que está muy elegantemente firmada con la estrella militar china, tiene 7 milímetros de diámetro, un tamaño más que razonable y unos bordes dentados como para permitir un buen agarre a la hora del remonte manual. Conforme vayamos dándole cuerda, la resistencia va aumentando, y las sensaciones se tornan importantes: cuando la corona ofrezca una resistencia considerable, ahí es momento de parar, de lo contrario podríamos dañar el mecanismo de remonte manual.

Esa es una diferencia importante entre los relojes mecánicos como éste y los automáticos que permiten el remonte manual. Éstos últimos tienen un sistema que no deja que les demos cuerda de más, ya que cuando la cuerda está a tope se desacopla el mecanismo que permite el remonte manual y, por más que giremos a corona, nada va a pasar.

Seagull 1963 ST1901

La corona firmada en un reloj que, irremediablemente, denota personalidad

En el este caso de los relojes que únicamente tienen cuerda manual, ese desacople no existe, por lo que debemos ser cuidadosos y detenernos cuando detectemos que la corona ofrece gran resistencia y no gira fácilmente.

Ahora bien, el tema de la preferencia entre movimientos mecánicos y automáticos ya es una cuestión personal, pero en lo que a mí respecta sólo puedo decir que considero una genialidad el hecho de que este cronógrafo sea mecánico: no sólo porque dado su precio probablemente sea la primera pieza mecánica de estas características para la gran mayoría -dándoles la posibilidad de que puedan apreciar sin obstrucciones la operación del mecanismo del cronógrafo (y maravillándose por primera vez con él)-, sino también porque se trata de la continuidad de un calibre histórico que data de la década del 40 y nos ofrece, además de la historia (que ahora te voy a contar), ese cierto romanticismo que sólo puede dar la cuerda manual: el vínculo   que   se   establece   entre   el   reloj   y   su   dueño   cada   vez   que -necesariamente- éste debe darle cuerda para mantenerlo latiendo y con vida… una cuestión tal vez sobrevalorada en opinión de algunos, pero que para otros resulta ser un deleite: un pequeño ritual que realizan con su reloj en el cual se mezclan nostalgia, aprecio, cuidado y admiración.

SEAGULL 1963, ¿UN RELOJ CHINO CON HERITAGE? ¡ASÍ ES!

Ahora sí, es momento de hablar un poco de historia…

Y el elemento que está presente en el reloj y nos habla un poco de su historia, aunque eso sí, lógicamente nos habla en chino, es el grabado que se encuentra en la tapa trasera rodeando el cristal de exhibición. Ahí, una vez más en ideogramas chinos, la inscripción dice: “Réplica del primer cronógrafo de aviación fabricado para la Fuerza Aérea China 1963”.

Y acá viene la parte interesante: resulta que a principios de la década del 60, el gobierno chino estaba necesitando equipar a su fuerza aérea con un reloj cronógrafo con las especificaciones adecuadas para uso militar, además, en aquellos tiempos, todos los cronógrafos que china poseía eran importados de Suiza y la Unión Soviética, por lo que los chinos deseaban poder terminar con esa dependencia y ser capaces de producir sus propios cronógrafos.

La cuestión, es que en ese momento en china no disponían del conocimiento ni las herramientas para la fabricación de un reloj de pulsera con esas características, pero casualmente, allá por suiza, VENUS, una prestigiosa marca reconocida dentro de la industria por sus calibres cronógrafos, se encontraba buscando fondos para financiar la producción de un nuevo movimiento, y para conseguirlos estaba interesada en vender el diseño, la maquinaria y todos los elementos necesarios para la fabricación de su calibre Venus 175: un cronógrafo mecánico que la casa suiza producía desde la década del 40 y que había decidido discontinuar para dar paso a nuevos desarrollos.

Al principio, Venus ofreció su calibre 175 a los soviéticos, pero había llegado tarde, ellos no estaban interesados porque ya habían producido su calibre cronógrafo Strella, que curiosamente se basaba en otro movimiento de Venus, el 150. Sin embargo, quienes sí tenían mucho interés eran los chinos.

Fue entonces que en 1961, el gobierno chino concretó a través de la fábrica de relojes de Tiajin, la compra a Venus de los diseños, las maquinarias y todos los elementos necesarios para la producción del calibre 175. Desde ese momento, el 175 pasaba a ser propiedad de los chinos.

Así, el Ministerio de industria ligera de china, que estaba promoviendo la creación de un reloj con cronógrafo hecho integralmente en el país para ser provisto a los pilotos de su Fuerza Aérea, encargó la tarea a la fábrica de Tianjin bajo la denominación de “proyecto 304” -que de hecho es el nombre con el que los coleccionistas chinos conocen a este reloj que, para nosotros los occidentales, es el Seagull 1963-.

Ahora bien, ¿de dónde sale entonces el 1963? Resulta que en la fábrica de Tianjin no se limitaron sencillamente a reproducir tal cual el Venus 175, sino que lo mejoraron técnicamente: entre otras cuestiones, aumentaron la cantidad de rubíes en el movimiento y subieron la frecuencia de alternancias por hora de 18.000 a 21.600 para mejorar su precisión, dando paso así al que hoy conocemos como el calibre ST1901.

Estas mejoras llevaron a que la producción de los prototipos finales concretara en 1963, siendo que finalmente en 1966, tras varias pruebas y la correspondiente homologación, terminaron por ser fabricadas 1.400 unidades que fueron efectivamente entregadas a la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación chino.

Avanzando en el tiempo, y ya adentrándonos en la década del 2000, la compañía SEAGULL, heredera de aquella antigua fábrica de relojes de Tianjin, decidió revivir el antiguo proyecto 304 y producir estos increíbles cronógrafos mecánicos que, como a esta altura nos queda claro, no sólo ofrecen excelentes prestaciones por su precio (hablamos de alrededor de 200 US dólares), sino que además vienen con esta interesante historia que lo posiciona como un hito dentro de la relojería china y, por lo tanto, un reloj que como coleccionistas no podemos dejar de valorar.

FICHA TÉCNICA DEL SEAGULL 1963

CAJA

  • Material: Acero.
  • Diámetro: 38 mm. (existen variantes de 40 y 42mm.)
  • Espesor: 14 mm.
  • Distancia de asa a asa: 47 mm.
  • Distancia entre asas: 18 mm. (en versiones de mayor diámetro de caja varía a 20 mm.)
  • Cristal: Zafiro domado al frente y zafiro plano en la tapa trasera de exhibición.
  • Resistencia al agua: 30 mts.

MOVIMIENTO

  • Movimiento mecánico de cuerda manual.
  • Calibre mecánico ST1901 (manufactura propia de Seagull)
  • Calibre ST1901
  • Frecuencia 21.600 A/h
  • Rubíes 26
  • Reserva de marcha 48 h

PRECIO varía entre USD 200 y USD 300 aprox.

Este artículo lo he basado en mi experiencia personal con este reloj del cual soy propietario y que he utilizado lo sufuciente como para tener un criterio propio del mismo. Así mismo te invito a que veas un pequeño vídeo sobre este Seagull 1963 que tengo en mi canal de youtube Relogeando.

  • Marino Acciarri

    Excelente reseña. Quiero preguntarte sobre una duda que tengo con respecto al calibre. Se comenta en distintos lugares que el ST 1901 es muy frágil,y que cuando requiera servicio (sale más caro el collar que el perro) no conviene arreglarlo. Por otro lado hay una versión no confirmada por la empresa que los calibres buenos quedan para la relojera Taijin y los más defectuosos son para terceros.
    Yo tengo un Segaull 1963 montado por la relojera Sugess y hasta ahora anda muy bien ajustado.
    A mi modesto entender creo que es importante buscar el vendedor que tenga más control de calidad cosa que es difícil de conseguir.
    Vos a través de tu investigación que conclusión sacas al respecto?. Lo que me quita un poco de perspectiva que este calibre lo están utilizando marcas como Tempore Lux y Baltic.

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