Conoce el Roger Dubuis Excalibur Spider Huracán White Ceramic, el último modelo de la manufactura relojera suiza que te enamorará.
Roger Dubuis una manufactura relojera suiza muy joven, creada en 1995, que posee unos de los diseños más modernos y atrevidos que he visto en relojería. Una manufactura relojera que trabaja con materiales de vanguardia para ofrecernos movimientos de alta complicación, dignos de las más prestigiosas casas relojeras suizas.
En tan solo 26 años de existencia, han conseguido diseñar y producir la friolera de 33 calibres mecánicos propios. Calibres que poseen el distintivo de calidad Poiçon de Genève, un distintivo de calidad suizo que se otorga a pocos, muy pocos movimientos mecánicos.
Como hemos comentado en infinidad de ocasiones, diseñar y producir un movimiento relojero propio, está al alcance de muy pocas empresas. Proceso que supone años de investigación y desarrollo, de media 4 años por movimiento y un alto coste económico de producción.
En 2005 Roger Dubuis lanzó la serie Excalibur, un reloj icónico que se ha convertido en el eje de la empresa, gracias a sus modelos esqueleto Tourbillon doble el RD01SQ y el Tourbillon de repetición de minutos RD08.
En 2008 el grupo Richemont compró el 60% de su accionariado, para adquirir el restante 40% en 2016, pasando a formar parte del entramado de empresas del grupo.
El periodo 2011-2015 fue de innovaciones en la empresa. Lanzaron los Quatuor RD101, primer movimiento con cuatro balanzas suspendidas y 5 diferenciales, una nueva forma de luchar contra los efectos que la gravedad causa en los relojes de pulsera.
En 2017 presentan el primer Tourbillon fabricado en carbono y el Excalibur Quatour Cobalt Micromelt, el cual usa tecnología aeroespacial. Ese mismo año nació la alianza con Pirelli y Lamborghini.
Ayer, Roger Dubuis presentó el nuevo Excalibur Spider Huracán White Ceramic. Un reloj con un diseño digno de estar en cualquier museo de arte moderno. Un reloj con un diseño muy vanguardista y marcado carácter deportivo. Un reloj inspirado en el Lamborghini Huracán.
Desde que tuviera en la tienda allá por 2006 un Cartier Chronoscaph 21 blanco, cogí manía a los relojes de color blanco. A mi juicio, el color blanco en un reloj, impide que el mismo se exprese en su máximo esplendor, ya que el blanco, no permite apreciar plenamente los ángulos, vértices y pulidos de la caja.
En el caso del Roger Dubuis Excalibur Spider Huracán White Ceramic, reconozco que es bonito, moderno y atrevido, pero no me ha enamorado. En relación a los relojes blancos en concreto, mi juicio está viciado, por lo que realmente, mi opinión aquí, carece de importancia.
Como es habitual en Roger Dubuis, el reloj sin ser esfera esqueleto, permite ver partes del calibre. Bien es cierto que con las últimas presentaciones de las casas relojeras desde 2018 al 2021, tal vez deberíamos replantearnos que son relojes esqueletos actualmente.
Los índices horarios son unos pequeños tornillos hexagonales en un guiño al salpicadero del Lamborghini Huracán. Los podemos identificar en un bisel interior discreto que no molesta la estética del reloj. A las 6 está situado el calendario y a las 5 y las 7 encontramos el doble barrilete.
La caja es de 45 mm en cerámica, así como el bisel. Roger Dubuis ha creado un nuevo material. Mezclando resina con fibras de cerámica, han dado con nuevo material que resulta ser un 20% más ligero que el carbono a la vez que más resistente. Este nuevo material, posee un brillo muy parecido al que vemos en el mármol.
El cristal es de zafiro con tratamiento antirreflejo. La impermeabilidad es de 50 mts.
La correa es de caucho vulcanizado blanca. En el proceso de vulcanizado se ha incorporado superluminova, por lo que brilla en la oscuridad. Posee un sistema de cambio rápido y cierre deployante de titanio.
El movimiento es mecánico de carga automática calibre RD630, formado de 233 piezas, 60 horas de reserva de marcha y 28.800 alternancias por hora.
Este es un reloj edición limitada a 88 unidades y estará disponible solamente en las boutiques propias de Roger Dubuis, por lo que en España, salvo que te pongas en contacto con Roger Dubuis Suiza, no tendrás la oportunidad de verlo, ya que no está previsto que llegue ninguna unidad a Unión Suiza ni a Rabat, las únicas joyerías distribuidores autorizados Roger Dubuis en España.
Por último, pero no menos importante es el precio. Sin tener confirmación oficial, el precio estará sobre los 65.000 €. Reconozco que es una cantidad desorbitada para la mayoría de nosotros, pero si conoces Roger Dubuis, la calidad de sus productos y el costoso proceso artesanal que conlleva crear cada uno de sus relojes, no es un precio descabellado.
Reflexión final Roger Dubuis.
Por lo general, actualmente los medios que hablamos de relojes, tanto impresos como digitales, nos estamos centrando en productos muy comerciales. Productos que atraen a gran cantidad de lectores, como si no hubiera más mundo en la relojería más allá de Rolex, Patek Philippe, Audemars Piguet, Breitling, Omega, Panerai, Seiko y pocas marcas más.
Considero que con estas líneas editoriales, la cultura relojera se está viendo perjudicada. Es cierto que la audiencia nos demanda determinadas marcas o inclusive me atrevería a especificar más, nos demanda algunos modelos muy concretos de algunas marcas en particular.
Pero creo que a todos nosotros nos gusta contemplar buenos relojes, admirar complicaciones relojeras, Tourbillones, sonería, nuevos materiales y tendencias.
Desde IGORMÓ entonamos el mea culpa, por dejar de lado ciertas marcas que tienen mucho que ofrecernos, marcas que están haciendo un gran trabajo, pero que la mayoría de las veces, no cuentan con grandes presupuestos.
Bien es cierto, que muchas de estas marcas, nos cuesta encontrarlas en las joyerías de nuestras ciudades. Bien es cierto que poseen pocos puntos de venta donde admirar sus productos y no cuentan con grandes departamentos de comunicación y presupuestos multimillonarios para contárnoslo.
Pero aún así, nosotros creemos que es un error no dar a conocer sus productos. Es cierto que no están al alcance de nuestros bolsillos, pero, ¿por qué no admirarlos si nos gustan los relojes?
