Maurice Lacroix es una casa relojera suiza fundada en 1975. A pesar de sus 46 años de historia, no es más que una recién llegada en un sector como el relojero suizo, que cuenta con casas relojeras con más de 250 años. En este artículo repasaremos la historia de una casa relojera suiza independiente, hablaremos de su crecimiento exponencial, de su caída, de sus errores, de su renacer y de sus modelos icónicos. Todo ello desde una perspectiva imparcial y justa.
Hace poco caí nuevamente en la tentación y me compré un nuevo reloj. Esta vez quería algo un poco diferente a lo de siempre, algo nuevo para mi colección y me pareció una oportunidad perfecta para compartir contigo muchos de los factores que yo investigo antes de gastar mis preciados ahorros.
También creo que hay cosas que siempre nos debemos plantear antes de hacer un buen gasto como por ejemplo, ¿qué empresa fabrica el producto?, ¿qué reputación tienen con respecto a la calidad del trabajo?, ¿este es un producto que vale lo que nos piden?, ¿ha sido elaborado con altos estándar de calidad?, son solo algunas de las preguntas que yo me suelo hacer antes de tomar la decisión de compra.
Es así como hoy llegamos a una casa relojera suiza que no es muy conocida, pero que merece un análisis profundo. Una casa relojera muy respetada por los jueces de los premios Grand Prix de horología y que nos ofrece en su catálogo, relojes para dama y caballero, con unos precios de entrada que nos pueden resultar asequibles y con niveles horológicos que podríamos considerar desde básicos, hasta otros que son muy avanzados como la colección masterpiece o piezas maestras en español.
Maurice Lacroix, su historia
Si te pones a investigar un poco la historia de Maurice Lacroix, posiblemente te preguntes, ¿qué tiene que ver una empresa de importación y distribución de sedas con una casa relojera?. ¡Ni idea verdad! Pues bien, déjame que te lo cuente.
En 1889 en Zurich, Suiza, se creó una empresa para la importación y distribución de sedas asiáticas. Esta empresa tendría un gran éxito y abriría sucursales en diferentes ciudades del mundo como Lyon, Nueva York, Shanghai, Milan, Londres o Yokohama entre otras.
Siete años más tarde, en 1896 el inversionista Eduard Rudolph-Schwarzenbach entraría a formar parte de la sociedad, al comprar parte del accionariado, pasando la empresa a llamarse Sulzer, Rudolph & Co.
Con la gran depresión de 1929 y necesitados de capital, llegaría otro inversionista llamado Fritz von Schulthess-Page, el cual pasaría a ser el único propietario de la empresa en 1943.
Después de la segunda guerra mundial, Fritz decidió cambiar el nombre de la multinacional a Desco von Schulthess & Co., y diversificar su portafolio de inversiones y mercados hacia otras áreas, incluyendo la relojería.
El grupo Desco se convirtió en distribuidor de varias marcas famosas de la relojería de lujo suiza de esa época en importantes zonas geográficas del globo a través de su red de negocios, posicionándose así como uno de los mayores distribuidores autorizados de marcas como Audemars Piguet, Eterna, Heuer o Jaeger-LeCoultre entre otras.
En la década de 1960, la empresa se extendería aún más en este sector y compraría una empresa relojera llamada Tiara, situada en la pequeña ciudad de Saignelégier, en el Canton suizo de Jura, y se enfocaría por los siguientes veinte años en producir piezas y componentes para relojes exclusivamente para marcas privadas.
En 1975, el presidente y consejero delegado de la junta directiva Peter Brunner, decidió apostar por un gran proyecto, el cual empezaría creando una empresa relojera propia para el conglomerado llamada Maurice Lacroix – vale la pena mencionar que uno de los miembros de la junta directiva era el Sr Lacroix- y es acá donde realmente comienza nuestra historia de hoy.
Maurice Lacroix, sus inicios
A inicios de la década de 1980, la empresa ya volaba sola y después de 20 años manufacturando piezas y componentes para otros relojeros, finalmente deciden dejar de crear piezas para terceras partes y empezar a fabricar sus propios relojes.
El siguiente paso del mega proyecto ocurre 9 años después, en 1989 con la adquisición de la empresa Queloz S.A. especialista en elaborar cajas de relojes, permitiéndole así a Maurice Lacroix, tener una ventaja sobre otros relojeros, el poder diseñar y producir sus propias cajas. Esto es bastante inusual sobre todo si lo comparamos con otras casas relojeras del mismo rango, en otras palabras, empezaron con una gran ventaja sobre otros competidores de la relojería de lujo especialmente siendo una empresa tan joven.
La década de 1990 seria determinante para el éxito de Maurice Lacroix y les mostraría el camino a seguir. El lanzamiento del Maurice Lacroix Calypso, el reloj más icónico de toda su historia. Sería el primero de la marca en tener resistencia al agua, gracias a una corona roscada y cristal de zafiro, convirtiéndolo en una opción bastante asequible para aquellos clientes que buscaban un reloj bueno, sin sacrificar calidad ni presupuesto. Del Maurice Lacroix Calypso vendieron más de 100 mil unidades mientras estuvo en producción.

Maurice Lacroix Calypso de 1990
La empresa pronto adquirió prestigio dentro del grupo de casas relojeras suizas gracias a sus buenas ventas, pero sobre todo, a la línea de relojes mecánicos Maurice Lacroix Les Mecaniques, la cual traía bajo su sombrilla, toda una colección de relojes mecánicos y que serían la base de lo que vendría más adelante, cuando en 1992, la renombraron como Maurice Lacroix Masterpiece o pieza maestra.
Una línea creada con un enfoque de alta relojería, haciendo cosas interesantes e innovadoras, rompiendo el molde y pensando fuera de lo normal. Es acá precisamente donde Maurice Lacroix empezó a experimentar con movimientos y complicaciones en relojes. El primer lanzamiento de esta exitosa línea sería el modelo Cinq Aiguilles o Cinco agujas.

Maurice Lacroix Cinq Aiguilles
Maurice Lacroix la alta relojería suiza
Gracias al éxito obtenido en la década de 1990 con la línea Masterpiece, las instalaciones pronto se les quedaron pequeñas, motivo por el cual en 2001, realizaron una fuerte inversión a fin de mejorar sus instalaciones.
La idea principal era acomodar todos los departamentos y sus empleados bajo un mismo techo y a su vez, crear espacios nuevos y capacitados para mejorar la fabricación de sus propios componentes, sobre todo, aquellos requeridos para los movimientos con complicaciones.
Esta parte del proyecto de ampliación se basó en las experiencias aprendidas del Calendrier Retrograde, lanzado en 1999, primer reloj con movimiento ensamblado por Maurice Lacroix.

Maurice Lacroix Calendrier Retrograde
En 2003 llegaría el lanzamiento del Double Retrograde, una muestra del avance a pasos agigantados de Maurice Lacroix en lo que es la alta relojería. Esta pieza combina varias complicaciones con un estilo elegante, único y diferente. Maurice Lacroix siguió irrumpiendo en el mercado a su manera, con mucha innovación, pero… y es que siempre hay un “pero” …
A Maurice Lacroix le faltaba dar un plus a los movimientos ensamblados en casa y era completar la ecuación del movimiento propio de un cronógrafo, desde el diseño hasta la ejecución y manufactura. Todo el proceso, de comienzo a fin, y esta vez 100 % realizado en casa.

Maurice Lacroix Double Retrograde
Los relojeros de la empresa empezarían a trabajar con prototipos propios, diseños que les llevarían años. Tendrían avances y a la vez, problemas de exactitud, regulación y hasta de ensamblaje, motivo por el cual, en 2006, Maurice Lacroix decidió contactar con el maestro relojero Andreas Strehler, a fin de realizar una colaboración en el diseño del movimiento que debía dentro de otras cosas, ser visualmente similar al movimiento cronógrafo creado por la casa relojera suiza Venus en los años 60 y cuyo calibre 175, es muy conocido por los aficionados a la relojería.
Pero… un momento, por favor. ¿No es este el calibre que compraron los chinos para su famoso cronógrafo Sea-Gull? ¡Así es! recordemos que este calibre, sus diseños, planos, maquinarias, herramientas, en fin todo, fue vendido por la empresa Venus a la empresa china Tianjin Watch Factory en 1961 para su proyecto 304, a fin de hacer un cronógrafo para la fuerza aérea de la republica China. Una historia tan interesante, que fue motivo de un artículo de nuestro compañero Germán Cabrini denominado Seagull 1963, el cual te recomiendo leer.
Pero volvamos a Maurice Lacroix.
Andreas Strehler aceptó la propuesta de Maurice Lacroix. El proceso empezó con el diseño del calibre ML 106 sabiendo que Maurice Lacroix tenía experiencia con el movimiento Unitas 6497 / 98 y que además ya tenían varias cajas diseñadas para ese tipo de movimiento. Se buscaba un movimiento similar al Unitas con mejor amplitud de péndulo y uso cinético, pero a su vez querían que fuese visualmente parecido al calibre Venus 175.
El Sr. Strehler envió un email a Roland Berger, jefe del departamento de complicaciones y prototipos de Maurice Lacroix diciéndole, “El calibre Venus 175 tiene varios problemas. Su tamaño es pequeño, esto lo convierte en menos resistente a golpes. Por otro lado, requiere mucho tiempo para un ensamblaje completo, he tardado unas 8 horas en ensamblar todo el movimiento”.

Roland Berger, jefe dto prototipos en Maurice Lacroix
Andreas siguió trabajando en el Calibre ML 106 y un par de meses más tarde, tenía su primer prototipo listo para mostrárselo a Roland Berger, a lo cual este respondió, “¡Este es el mejor prototipo que he visto en toda mi carrera profesional!”.
Nuevamente me dirás: Danny, un momento por favor, muy linda la historia y todo, pero…. ¿quién es Andreas Strehler?
Muy buena pregunta. Vamos a hacer un paréntesis en este punto de nuestra historia y hablaremos de Andreas Strehler, un gran maestro relojero, repasando, aunque sea de forma breve su biografía.

Andreas Strehler
Andreas Strehler es un reconocido maestro relojero, más conocido en el sector bajo el sobrenombre de “El ingeniero de las marcas”, creador de famosos movimientos como:
- Movimiento Chronoscope para Chronoswiss (premiado como reloj del año en 2003).
- Movimiento Perpetual Moon para H. Moser & Cia. Movimiento tan preciso que tiene una desviación de tan solo un día cada mil años.
- Movimiento Opus 7 para Harry Winston. Con este movimiento profundizó más en el desarrollo del reloj “Zwei” del cual te hablaré más adelante.
- Chapter Three Reveal, un trabajo realizado en colaboración con Kari Voutilainen para Maitre du Temps, otra marca nueva en el mercado enfocada principalmente a relojes complicación.
Aunque ha desarrollado trabajos para muchas casas relojeras, Strehler también se ha adentró con su propia marca. Uno de sus modelos, el “Sauterelle a lune perpetuelle” o fase lunar redefinada, es el reloj de pulsera con fase de luna más preciso jamás construido, con una precisión aproximada de 2.045 millones de años (si has leído bien, millones de años), gracias a un suministro constante de energía al escape. Movimiento que ha entrado a formar parte del libro Guinness de los récords.
Para que puedas llegar a entender el prodigio que realmente supuso este reloj, decirte que el segundo reloj más preciso en fase de luna reconocido actualmente, tiene una precisión de tan solo 14.189 años, nada si lo comparamos con el Sauterelle a lune perpetuelle.
Realizó sus estudios a finales de la década de 1980, en la escuela de relojería de Solothurn, en la pequeña localidad de Fraunfeld (Suiza). Y digo pequeña, porque cuenta con tan solo 25,000 habitantes. Tal vez pienses que es el lugar perfecto para estudiar y no distraerse mucho, pero estas escuelas pequeñas, no suelen contar con los mejores profesores ni medios.
Tras graduarse en 1991, se iría a vivir a la ciudad de Le Locle, donde trabajó varios años como jefe del departamento de prototipos en Renaud & Papi (empresa que ahora pertenece a Audemars Piguet). En 1995 decidió independizarse abriendo su propia tienda especializada en la reparación y restauración de relojes de pared, de mesa y relojes antiguos.
1998 sería un gran año para este maestro relojero, pues participaría por primera vez en BaselWorld, presentando una interpretación del famoso “Sympathique” de Abraham Louis Breguet al cual llamó “Tischkalender” que significa “calendario de mesa” el cual, para mí en lo personal, es una maravilla de la ingeniería moderna, pues es el primer reloj de mesa con calendario perpetuo que además contiene una memoria mecánica.
¿Como así una memoria mecánica? me preguntaras.
Este reloj de mesa, permite retirar de su base, una parte mecánica que se convierte en reloj de bolsillo. Si te olvidas de dar cuerda al reloj de bolsillo y se para o atrasa, no pasa nada, cuando el reloj de bolsillo regrese a la base, esta detectará por cuantos días el reloj está atrasado y lo volverá a poner en la fecha y hora correcta, te lo dije, una maravilla… Creo que Andreas Strehler nos calló la boca a más de uno con este ingenioso reloj.
Con el Tischkalender, Andreas Strehler se ganó el respeto no solo de los clientes y prensa especializada, sino principalmente del sector profesional de la alta relojería suiza, que supo ver en este joven a un verdadero maestro relojero. Maxime, en una feria donde debido a la cantidad de modelos y calidad de los relojes presentados, es complicado llamar la atención y Andreas salió de la feria convertido en un relojero a considerar por la industria relojera suiza.
Después de haberse dado a conocer en la feria relojera más importante del mundo Andreas Strehler, en 1999 presentó el “The Zwei” o “el dos”,primer reloj de bolsillo mecánico capaz de mostrarnos la hora o cambiar y mostrarnos la fecha, tan solo pulsando un botón.
Su funcionamiento es tan sencillo como genial. La manecilla de los minutos señala el día del mes y la manecilla horaria señala el mes del año. Estas manecillas funcionan de manera independiente y siempre van a encontrar el camino más corto para mostrar la fecha; al pulsar el botón nuevamente, el reloj volverá a su posición inicial mostrando la hora.
En el año 2000, los reconocimientos empiezan a llegarle y es nombrado miembro de la Academia Homológica de Creadores Independientes. Para poder optar a este cargo, debes ser propuesto por varios miembros en activos en al menos dos ocasiones. Ser miembro de esta academia es un privilegio al alcance de maestros relojeros como Kari Voutilainen, Antoine Preziuso, Philippe Dufour entre otras mentes brillantes de la horología mundial.
En 2005 crearía su propia empresa, una firma de ingeniería llamada UhrTeil AG y que se convertiría en el brazo industrial de relojes Andreas Strehler. UhrTeil AG desarrollarían diseños y prototipos de movimientos y partes de relojes también para otras empresas.
En 2013 Andreas recibió el premio Gaia del Museo Internacional de Horología en la categoría “Creación Artesanal” debido a sus creaciones artísticas y artesanales.
Acá damos por terminada nuestra mini biografía acerca de una de las mentes más brillantes que tiene la horología. Creemos que ya te puedes hacer una idea de quién es el maestro relojero Andreas Strehler, lo que nos permite ahora sí, volver a nuestra historia del día.
No es de extrañar entonces, que cuando Maurice Lacroix quiso hacer un movimiento cronógrafo manufactura, decidiera contar con uno de los diseñadores más reconocidos de la industria.
Andreas Strehler no solo logro realizar lo que Maurice Lacroix le pidió, sino que mejoró el calibre aún más con un elegante cuello de ganso para una regulación más precisa y dos “chaffins” de oro en el puente del cronógrafo. El movimiento denominado “Le Chronograph Manufacture” permitió a la casa relojera lanzar su primer calibre llamado ML 106, diseñado y elaborado completamente por ellos, desde sus componentes hasta el ensamblaje y regulación. Este reloj sería presentado en la feria relojera Baselworld 2006.
Maurice Lacroix anunció que después de semejante logro, en la empresa habían dado el último paso requerido para ser catalogados como una manufactura. Te adjuntamos parte del comunicado de prensa que Maurice Lacroix emitió en abril de 2006 con motivo de Baselworld.
“… En la empresa relojera, una compañía que produce una larga parte de sus componentes más importantes de un reloj mecánico por sí misma en sus propias instalaciones es considerada de manufactura.
Después de que Maurice Lacroix presentara en abril del 2006 en Baselworld su movimiento cronógrafo en casa calibre ML 106, la marca ahora ha tomado parte de un club exclusivo de manufactura suiza con su propia producción de componentes para movimientos de relojes mecánicos…”
Nota de prensa Maurice Lacroix -Baselworld 2006-.

Maurice Lacroix Le Chronographe
En 2010 y sorprendiendo a muchos, Maurice Lacroix presentó otra obra maestra llamada “Roue Carre” o rueda cuadrada, el cual tenía una pieza cuadrada que giraba sobre su eje con si fuese redonda y además engranaba con 3 piezas circulares que estaban unidas entre sí. Lo mejor de todo es que estaban situadas en la esfera, permitiendo ver el espectáculo que esta complicación ofrecía.
En 2013, el lanzamiento del Maurice Lacroix Seconde Mysterieuse abarcaría nuevamente todas las miradas hacia esta casa relojera. Otra magnifica pieza para la colección Piezas Maestras. Un reloj que presenta un reto en la lectura linear del tiempo que se ha tenido desde prácticamente el comienzo.
Este reloj tiene una complicación en segundos que se mueve en una subesfera situada a las 6. El misterio es debido a que no tiene un engranaje o piñón de rotación. Toda la magia sucede debajo de la esfera. Para mí, es un placer verlo funcionar, lo malo es que fue una edición muy limitada y es muy difícil conseguir uno de estos relojes.
El 2014 sería un año agridulce para Maurice Lacroix. Por un lado, con la presentación del modelo Gravity o “gravedad” de la serie masterpiece, obtendría una vez más, el reconocimiento del público y de los relojeros especializados ya que todos los componentes del sistema regulador (piezas del escape, resorte y rueda de balance) están fabricados en silicio y se pueden ver a través de la esfera, para mí, un espectáculo.
Como contra partida, ese año tuvimos una gran crisis económica mundial y esto puso a Maurice Lacroix contra las cuerdas, de lo cual te hablaré un poco más adelante.

Maurice Lacroix Gravity
Maurice Lacroix, fin de la era dorada.
En el año 2011 Maurice Lacroix llamaba la atención en el sector relojero. Sus logros y avances en una empresa con poco más de 30 años de historia, así como el potencial a futuro que se la veía, llamó la atención del grupo DKSH, una sociedad de capitalización privado enfocada en la distribución de artículos de lujo en Asia.
DKSH adquirió el 66% de Maurice Lacroix, dejando en manos de los dueños originales el 33% y algunos puestos en la junta directiva. En esta operación de adquisición participó también el grupo empresarial Zino Davidoff, empresa especializa en producir artículos de lujo, desde relojes o fragancias hasta artículos de cuero, para una clientela muy exclusiva orientado al mercado asiático. De esta forma se formó una sociedad con un proyecto en mente muy ambicioso.
Tras el anuncio de la incorporación de los nuevos socios, el aún presidente de Maurice Lacroix Peter Brunner, diría en rueda de prensa
“El posicionamiento de Maurice Lacroix con DKSH está planeado estratégicamente, es un paso lógico para la empresa”.
Como podemos notar, la apuesta de estos inversionistas al comprar la mayoría de las acciones, era aprovechar el auge que estaba teniendo la clase media asiática en esos años y lo pensaban hacer a través de su red de negocios en varios países, con el acompañamiento de otros artículos de lujo del grupo Davidoff, para así posicionarse por todo lo alto. Era una estrategia de mercadeo planeada meticulosamente para acaparar un mercado en apogeo.
En los primeros años el plan funciono y Maurice Lacroix empezaba a posicionarse fuertemente sobre todo en Japón y Hong Kong además de Europa, donde gozaba de un buen prestigio dentro de la comunidad relojera. Pero ningún plan es perfecto y no todo es predecible. La caída del precio del crudo y la crisis económica mundial del 2014, estropeo el plan trazado, tanto que Maurice Lacroix obtuvo resultados negativos ese año y para colmo de males y ahondando aún más la crisis de imagen de la marca, el nuevo dueño decidió ponerla en venta, alegando que: “ El grupo DKSH ha decidido salir del mercado de la relojería de lujo para enfocarse en otros artículos”.
Glycine, una empresa relojera con muchos años en el mercado, perteneciente también al grupo DKSH, tuvo el mismo destino. Glycine seria vendida de manera casi inmediata, pero nadie quería comprar Maurice Lacroix, pues DKSH no pensaba venderla por menos de lo que costaba. Parece ser que hubo interesados y negociaciones bastante avanzadas, pero al final no se puedo vender en el precio deseado y Maurice Lacroix quedó bajo el conglomerado suizo para el cual opera hasta hoy día.
Maurice Lacroix regresa a sus raíces.
Después de unos tumultuosos 2013 y 2014, Maurice Lacroix decidió contratar a Stephane Waser como nuevo director, a fin de planear la recuperación del mercado perdido en el fallido plan de expansión en Asia y a la verticalización de la empresa que nunca llego. No se necesita saber mucho de mercadeo para notar que al tratar de enfocarse en una parte del mundo, Maurice Lacroix descuidó a la otra, y es así como en Europa muchas marcas trataron de tomar el espacio dejado libre por Maurice Lacroix en su fallido intento de subir a un escalón más alto en la industria de lujo, y ojo que acá estamos hablando de marcas como Oris, Longines, Tag Heuer o Tudor entre otras en este rango de precios.
En varias entrevistas -muy sinceras, por cierto – de Stephane Waser y otros responsables de Maurice Lacroix, no esconden el sabor amargo que dejaron esos años en los planes de expansión de la empresa y como la crisis economía mundial les dio duro. Pero han decidido aceptarlo, enfrentarlo y aprender, por eso han tomado la decisión de volver a ser la marca que siempre fue con una percepción de valor por precio muy alta, de ofrecer a los consumidores ese artículo que da mucha satisfacción sin necesidad de vaciar la cuenta bancaria; dicho de otra manera, la nueva estrategia de la empresa es volver a las raíces, a la visión original de los años 90.
Con una de las metas ya identificada, el siguiente paso era encontrar un nuevo segmento de clientes a quienes apuntar. Antes de continuar creando modelos nuevos, decidieron hacer un estudio de mercadeo para identificar claramente su nueva meta, sabiendo que querían posicionarse fuertemente entre los precios de $1,000 y $3,000 USD o el fragmento conocido como “lujo asequible” y que además, queriendo ser una propuesta interesante para aquellos que buscan su primer reloj mecánico de manufactura Suiza.
Stephane Waser y la compañía han decidió orientar su negocio hacia los milenials, pero eso sí; sin descuidar la línea masterpiece que tienen en sus vitrinas y que ya acumula 14 movimientos hechos completamente en casa. Conservando esa línea de alta gama que tantos reconocimientos horológicos les ha dado y que es querida por aquellos entusiastas que poseen un conocimiento relojero más avanzado, o para los que simplemente prefieren tener una pieza en su colección de una empresa diferente a las de siempre, independiente y con un pasado reciente pero a su vez exitoso.
La apuesta que no podía fallar.
Todos, en algún momento de nuestras vidas hemos llegado a un nuevo trabajo y sabemos lo que supone lidiar con la presión que traía el puesto de trabajo antes de nuestra llegada. Pues bien, así me imagino que debió sentirse Stephane Waser y su grupo de profesionales dentro de Maurice Lacroix, al saber que debían encontrar un nuevo rumbo y que no tenían margen de error. La nueva propuesta debía de ser exitosa, pues otro revés probablemente acabaría con la empresa, la cual venía en números negativos año tras año. Por eso decidieron buscar en sus éxitos modelos de antaño, la inspiración que les debía ayudar a salvar los muebles.
Recordaron el reloj que más éxito había dado a Maurice Lacroix, el “Calypso” y con una nueva meta ya identificada empezaron a trabajar para modernizarlo, rediseñarlo, rescatarlo del pasado y adelantarlo 25 años. De esta forma, lo han hecho interesante para aquellos entusiastas relojeros modernos que buscaban un reloj deportivo, de calidad, delicadeza, versátil con un buen proceso de elaboración pero sobre todo que tuviese a un precio asequible. Es así como después de varios prototipos, nació en 2016 el exitoso Maurice Lacroix AIKON del cual no solo hablaremos más adelante, sino que he preparado una watch review del mío que será publicada en unas semanas y que seguro te gustará leer.
Maurice Lacroix viene haciendo las cosas bien desde entonces, se han reencontrado con ellos mismos y han vuelto al segmento del que nunca se debieron salir, al menos, no del todo. Otra parte fundamental de la estrategia ha sido reducir su extenso catálogo de más de 250 piezas a tan solo 160, permitiéndoles así, centrar sus fuerzas detrás de algunos modelos concretos, en lugar de dispersarse detrás de un extenso catálogo que termina siendo detrás de ninguno.
Los resultados se empiezan a notar, pues en diciembre de 2018 y consecutivamente en 2019 el grupo DKSH fue galardonado como “Mejor manejo de acción en el mercado japones” así como también obtuvieron el premio al “Mejor crecimiento” gracias a Maurice Lacroix.
En 2020 Maurice Lacroix no se demoró en reaccionar al Covid19 y decidió abrir parte de su catálogo en una plataforma de e-commerce vendiendo en algunos países directamente desde su página web. Aunque su estrategia sigue estando enfocada en ofrecer al cliente una experiencia de compra basada en un establecimiento físico donde poder ver y experimentar sus productos.
Maurice Lacrouix Aikon, la nueva cara a mostrar.
El primer movimiento de Maurice Lacroix para salir de la crisis financiera y empezar la recuperación de la empresa, fue traer de CEO a alguien que conociera la casa pero que tuviese ideas diferentes. La nueva estrategia impuesta por Stephane Waser empezaría limitando las opciones ofrecidas en su catálogo. Redujeron el catálogo que paso de ser extenso pero débil, a moderado pero más fuerte; una estrategia muy similar a la empleada por Jean Claude Biver cuando tomo el mando de Omega décadas atrás.
Con la necesidad de buscar su identidad perdida, de conseguir un modelo que fuera la cara de la empresa, algo representativo que la gente viera y dijera ¡Oh … es un Maurice Lacroix!, y basándose en su fórmula más exitosa durante 40 años de ser una manufactura en el sector de relojes de lujo. Maurice Lacroix presentaría en 2016 un nuevo modelo llamado Aikon. El Maurice Lacroix Aikon es el resultado final de un extenso rediseño del famoso y conocido “Calypso” de los 90s.
El Maurice Lacroix Aikon llegó al mercado no solo para representar a la casa relojera, sino también para cubrir ese hueco que se había dejado en años anteriores, cuando primo la estrategia de impulsar la colección masterpiece por encima de las demás. Maurice Lacroix había descuido sus pilares y la falta de un modelo que hiciera de “identidad de marca” había hecho estragos sus ventas, por eso la idea de renacer nuevamente, esta vez con un reloj que fuese deportivo pero elegante, moderno pero clásico, llamativo, fresco y sobre todo asequible era más que necesario.

Maurice Lacroix Aikon cuarzo.
La primera generación del Maurice Lacroix Aikon se comercializaría únicamente con movimientos de cuarzo, pero mostraría claramente los rasgos heredados del Maurice Lacroix Calypso, como los 6 brazos en el bisel, corona a rosca, cristal de zafiro, esfera plana y una caja delgada con un grosor de 12 milímetros.

Maurice Lacroix Aikon año 2018.
Baselworld 2018 vería los primeros frutos del ya exitoso Maurice Lacroix Aikon, con la presentación de los primeros modelos de movimiento automático (Sellita SW-200 extensamente decorado y regulado por los maestros relojeros de Maurice Lacroix) en caja de 42milimetro. Este reloj se ofreció en tres tonalidades diferentes de esfera: negra, plata y azul (el cual tengo yo en mi colección privada y ya que lo conozco muy bien, le vamos hacer una reseña en un artículo completo de watch review).

Maurice Lacroix Aikon automatico movimiento Sellita SW-200.
Acompañando a la versión de tres agujas, Maurice Lacroix presentaría una versión cronógrafo con una esfera estilo panda, pulsadores de rosca para hacerlos más resistente al agua. Este vendría con una caja de 44m.
Y el último as que se guardaban debajo de la manga, sería el Maurice Lacroix Aikon esqueleto, el cual viene con un movimiento de la línea masterpiece. Verlo trabajar por encima o por debajo es algo llamativo, sobre todo para aquellos que se fascinan observando como las piezas del movimiento interactuar unas con otras mientras te pierdes intentando leer el tiempo.

Maurice Lacroix Aikon Esqueleto.
La línea Aikon no ha dejado de sorprendernos y su éxito ha sido notable. Maurice Lacroix ha seguido adentrándose en esta línea, presentándonos diferentes modelos cada año. En 2019 por ejemplo, veíamos la introducción del Aikon regular de 3 manecillas, pero en tamaño mediano, estilo unisex de 39 mm de diámetro por 45 mm de largo de asa a asa. Buscando tal vez cubrir ese segmento de personas que prefieren sentirse más cómodos con un reloj por debajo de la famosa talla universal 40 milímetros.
También en 2019 nos presentaron el nuevo modelo Maurice Lacroix Aikon Venturer. El tradicional Aikon, pero en versión diver o buceador. Cuenta con un bisel giratorio y sus medidas son muy cómodas para este tipo de relojes, ya que su caja mide 43 mm de diámetro por 49 mm de largo de asa a asa. Ofrece una resistencia al agua de hasta 300 metros con tan solo 12 mm de grosor.

Maurice Lacroix Venturer.
Ese año también vimos la presentación del Aikon enfocado al público femenino, con el lanzamiento realizado en los campos Elíseos en Paris. Esta versión trae una caja más chica, de tan solo 35 mm, complicación de fecha y con ocho diamantes en la esfera. Esta versión tiene 4 diseños diferentes (madre perla en beige o en blanco, el ya famoso azul y uno en doble tono con oro).

Maurice Lacroix Aikon ai6006 acero y oro esfera madre perla (Reloj de dama).
El 2020 nos traería nuevos retos para Maurice Lacroix, como para la mayoría de las casas relojeras, pero aun así hemos visto nuevos lanzamientos de la línea Aikon. En particular, me llamo la atención una versión con la esfera en color verde natural que lo hace más sutil, más elegante que deportivo, es como llevar el producto a otro lugar en el que no estaba antes.
Por otro lado y cuando te digo esto es que en realidad es por otro lado, hay un nuevo Maurice Lacroix Aikon con la caja en color negro tratada con un proceso en PVD que lo convierte en una pieza mucho más deportiva que todas las demás, estas dos versiones nuevas traen las mismas dimensiones de los modelos anteriores: 42 mm x 47 mm x 12 mm.

Maurice Lacroix Aikon ai6008 pvb01.
Maurice Lacroix Aikon, ¿otro “homenaje” al AP Royal Oak, o un derivado de la escuela de Gérald Genta?
Como en todo, siempre hay un comienzo, un origen, un primero, un bloque inicial como el Génesis. En relojería, si hay alguien a quien le debemos dar las gracias por haber creado una nueva rama del árbol, es al señor Gérald Genta y su diseño del primer reloj deportivo de lujo del mundo llamado “Royal Oak” diseñado para la casa relojera suiza Audemars Piguet en el año de 1972.
Creo yo desde mi humilde posición, que este fue el punto de inflexión en medio de la crisis del cuarzo. Esa crisis que casi acaba con toda la industria relojera suiza y sus más de 300 años de historia e innovación. Geráld Genta con su particular diseño, conseguiría que las miradas dejaran de enfocarse en relojes de batería, para volver lentamente a las vitrinas de relojes mecánicos. Es por este y varios motivos más, que el Audemars Piguet Royal Oak, es un icono de la relojería, aunque su historia sea reciente.
Si lo analizamos por partes, la idea de un brazalete integrado a la caja, fue creada realmente por Pierre Moinat en 1964, cuando era el jefe del departamento de creaciones en Omega y quien años atrás, había contratado al mismísimo Gérald Genta como lo que actualmente denominamos freelancer en varios proyectos de diseños, desde cajas y brazaletes hasta esferas, manecillas e índices horarios. Geráld Genta y Moinat, trabajarían juntos por muchos años en creaciones de las líneas Omega Seamaster y Omega Constellation.
Podríamos decir entonces que al diseñar el Audemars Piguet Royal Oak, Gérald Genta sacó prestada una idea ya creada para un reloj de vestir, pero, ¿crees tú que Genta le dio un giro de 180 grados al colocarla en un reloj deportivo convirtiéndolo en algo espectacular?
Posiblemente te estarás preguntando ¿a dónde quieres llegar Danny?.
Creo que no necesariamente un reloj es “homenaje” de otro porque tenga rasgos similares o una inspiración en su diseño. De lo contario, tendríamos que llegar a la conclusión, que todos los relojes de pulsera actuales, son “homenaje” del Cartier Santos, ya que como se ha encargado de vendernos el departamanto de comunicación de Cartier durante muchos años, aunque nuestro compañero Richard Samper ya se ha encargado en varios de sus artículos de demostrarnos que es mentira, el Cartier Santos fue primer reloj de muñeca. Personalmente creo que la cosa no es tan simple como esto.
Para mí – y esto es algo subjetivo – Gérald Genta creo con su visión en el Audemars Piguet Royal Oak algo más que un reloj, creo un hito en la relojería. Es el padre de una nueva categoría de diseños de relojes deportivos, los cuales tienen unas características específicas que mezclan con perfección el ser elegante y clásico, pero a su vez robusto y masculino.
Volviendo al Maurice Lacroix Aikon, podemos notar en su diseño que tiene no una, sino varias inspiraciones de diferentes modelos, como por ejemplo la caja y el brazalete integrado del Audemars Piguet Royal Oak, la textura en la esfera del Girard Perregaux Laureato, un cepillado y pulido de bisel parecido al Omega Constellation Manhattan, pero en lugar de dos garras, trae seis heredadas de su antecesor el Maurice Lacroix Calypso. Todos estos y otros atributos hacen que Aikon sea un coctel autentico con su propia receta, una combinación de muchos sabores (únicos y prestados) pero que después de sumas y restas lo separan de la palabra homenaje.
Maurice Lacroix y algunos datos curiosos.
En 2014, Maurice Lacroix firmó un contrato como reloj oficial del Futbol Club Barcelona, trayendo mercadeo e impulsando la marca a nivel mundial al tener relaciones comerciales con uno de los mejores clubes de futbol del mundo.
Maurice Lacroix manufactura sus propias cajas para relojes, es un proceso que consta de más de 300 pasos para obtener el resultado esperado.
Maurice Lacroix es una firma independiente, se enfocan en hacer relojes de buena calidad con métodos tradicionales combinados con innovación técnica y diseños refinados.
Algunos de los embajadores más famosos que ha tenido Maurice Lacroix han sido:
- Roger Federer sería el primer embajador de la marca antes de que el ganara su primer torneo en Wimbledon.
- Barcelona Futbol Club.
- Orlando Duque.
- Bob Geldof.
- Carolina Marín.
Antonio Rodriguez
Danny, que interesante artículo. Has exprimido la historia de la marca de una forma sencilla, entretenida y muy interesante.
Maurice Lacroix es una marca que ya conocía, pero me has hecho verla desde otro punto de vista.
Deseando leer la watch review de tu aikon.
Muchas gracias.
Francisco Marcos
Me ha encantado Danny.
Empecé a seguir tus articulos con el Seiko Alpinist y me pregunto por que no escribes más de seguido.
Igor Librero
Me gustaría darte la enhorabuena publicamente Danny.
Sé perfectamente las horas de investigación y trabajo que te ha llevado poder recopilar toda la información para exponerla de una forma sencilla, comprensible y amena en este artículo.
Como bien ha dicho Francisco Marcos, tus artículos son maravillosos y la pena es no poder leerte más de seguido, pero sabemos perfectamente que entre trabajo, familia y horas que precisas para hacer cada artículo, no es posible de otra manera.
Muchísimas gracias y enhorabuena por tu artículo.
Luis
Personalmente creo que lo más interesante de esta web es el equipo que ha formado. Sin desmerecer a ninguno, el punto de vista que nos ofrecen Richard Samper o Igor Librero aportando sus años de experiencia profesional en el sector, no lo veo en ninguna web en español, motivo por el cual, igormo se ha convertido en mi web de referencia de relojes.
Felipe
Me ha entantado conocer la historia de esta casa relojera. Al igual que Antonio, la conocía pero no le he prestado mucha atención hasta hoy.