El mundo relojero, así como la vida misma, es una montaña rusa de emociones… hace apenas unas semanas -a inicios de febrero- el señor Thierry Stern, presidente de Patek Philippe, en una entrevista publicada en el New York Times que puedes leer aquí , estremecía a la afición -y a los mercados- confirmando un rumor que ya venía sonando muy fuerte en Instagram: el mítico Nautilus de esfera azul en acero inoxidable referencia 5711/1A-010 -nada menos que el descendiente directo de aquel reloj deportivo diseñado en los 70’s por el legendario Gérald Genta- sería descontinuado (por cierto, casualmente -o tal vez no tan casualmente- esa misma semana, nuestro compañero Igor Librero, escribió una review muy completa e interesante de ese reloj icónico que, si aún no leíste, te recomiendo que no te la pierdas. Artículo Patek Nautilus 5711.
Por supuesto, tales dichos no pasaron desapercibidos… y ¡¿cómo iban a hacerlo tratándose de un reloj que en algunos casos llega a tener listas de espera de hasta 10años, si es que te llaman?!
Miradas de desconcierto generalizadas, arrebatos de ira por parte de quienes están en aquellas interminables listas, suspiros de alivio de quienes ya portan su Nautilus en la muñeca, cataratas de memes en las redes sociales y risas (a veces maliciosas) de quienes se divertían mirando la situación desde afuera y, por supuesto, la escalada de precios en el mercado gris impulsada por los especuladores de siempre… Tal fue el sacudón de emociones que las palabras de Don Stern generaron en el planeta relojero.
Pero la cosa no quedó ahí, este emotivo vaivén ciclotímico quedó en suspenso, ya que el presidente de la prestigiosa casa relojera suiza, consciente de la magnitud de sus palabras, deslizó en aquel entonces algo más: “habrá una vuelta de la victoria. Tendremos una serie final sorpresa de la referencia 5711 y no será el sobrante de la producción”.
Y bien, hemos aquí hoy señoras y señores en el primer día de la feria virtual Watches & Wonders y Patek Philippe nos sorprende con su llamativa celeridad presentando orgullosamente aquella prometida vuelta olímpica en dos versiones que serán, en definitiva, el último adiós al Nautilus 5711.
PATEK PHILIPPE NAUTILUS 5711/1A-014
El verde esperanza
Tal vez ironía del destino, esta última versión heredera de aquel Nautilus de Genta, será el primero en su larga historia en tener una esfera verde -más precisamente, de color verde oliva tornasolado con sus características franjas horizontales-, casi como transmitiendo a través de su color un mensaje de esperanza para quienes siguen en su búsqueda.
Bromas aparte, la buena gente de Patek Philippe no es ingenua: sabe muy bien que hace tiempo el verde se viene instalando como uno de los colores más populares, especialmente entre los relojes deportivos. Y el Nautilus, como todos sabemos -junto con el Royal Oak de Audemars Piguet-, es el padre de los relojes deportivos y no podía, desde luego, quedarse afuera de esta tendencia (que por otra parte podríamos afirmar que fue inaugurada por otro reloj de culto: el Submariner de Rolex).
Es así que, inaugurando una tonalidad nunca antes vista en su esfera -que conserva por supuesto los índices aplicados y agujas fabricadas en oro blanco con material luminiscente-, el último de los Nautilus de acero se presenta con 40 mm de diámetro de caja, una atractiva delgadez con tan sólo 8,3 mm de grosor, corona atornillada que le otorga una resistencia al agua de 120 metros (por si tenés el coraje suficiente para darte una zambullida con él) y un cristal de exhibición en la tapa trasera que permite apreciar el moderno calibre automático 26-330 S C de Patek Philippe.
Una máquina hecha en casa por el prestigioso relojero suizo que ofrece 45 hs. de reserva de marcha, una alta frecuencia de 4 Hz (28.800 alternancias por hora, es decir una aguja segundera que se deslizará de a 8 pasos por segundo), parada de segundero que permite la sincronización del reloj con cualquier otro a la hora de su seteo (aunque no lo creas, anteriormente los calibres que montaba esta referencia no contaban con tal característica) y, por supuesto, las decoraciones de alto nivel que pueden esperarse en el movimiento de una pieza como esta, incluyendo el rotor central de oro de 21 k grabado con la cruz de calatrava.
Algo que me ha llamado soberamente la atención de esta nueva esfera, no es tanto el color verde, sino que por primera vez, han puesto un marco de oro blanco en la venta del fechador, y aunque Patek no lo reconoce, y en ningún otro sitio web se ha hablado de esto, nuestra compañera Belén, responsable de la parte más complicada de nuestra web y experta en estas lindes, asegura que el tipo de letra usada en el calendario es diferente a la usada en la esfera azul, y por ir un poco más lejos, me asegura que no corresponde a ningúna fuente existente, por lo que esta numeración ha sido creada exproceso para la nueva esfera verde.
Pero esto no es todo.
PATEK PHILIPPE NAUTILUS 5711/1300A:
Acero y diamantes ¿Por qué no?
Patek es una casa relojera muy tradicional. Pero hasta entre los más conservadores hay siempre una primera vez para hacer cambios inesperados.
En este caso, por si el color de la esfera no fuese suficiente para sorprender, la casa relojera decidió enfatizar ese contraste con una versión de bisel decorado con 32 diamantes Top Wesselton tipo baguette, siendo la primera vez en la historia que Patek Philippe incorpora diamantes a un modelo que no está construido en metal precioso. Evidentemente, el Nautilus definitivo, vino para romper unos cuantos récords.
Un capítulo aparte merecen el brazalete y los acabados en general que tiene esta pieza; después de todo, el trabajo sobre el acero que busca maravillar la vista con la reflectividad de sus pulidos y cepillados -acabados que se realizan a mano y requieren de una gran destreza que se adquiere en años de entrenamiento- y la integración del brazalete con la caja, son dos de las características más destacadas que pusieron históricamente al Nautilus sobre ese pedestal en el que hasta el día de hoy se encuentra… Pero qué más podría agregar yo, siendo que Igor ya dijo todo lo que se tenía que decir sobre el finishing que posee de esta pieza de culto (hazme caso, lee su artículo también).
En definitiva, esta vuelta olímpica del Nautilus nos maravilla a la vez que trae un poco de alivio -aunque muy relativo- a quienes están a la espera de uno, pero sobre todo, viene a recordarnos que ahora sí es el final del 5711. Y eso no tiene por qué ser malo. Después de todo, como creo recordar que dijo Thierry Stern -seguramente mucho mejor que yo-, sería irresponsable atar la estrategia a largo plazo y el futuro de una firma tan longeva como Patek Philippe al destino de un único reloj, aunque esa pieza se trate de un ícono como el Nautilus.
Final de fiesta y ya no habrá más vueltas -aunque cabe decir que aún nadie ha dicho palabra sobre cuánto durará esta… recordemos que se trata de piezas de producción regular, no llimitada-. Sin embargo, sea como sea, este hito marca un nuevo comienzo: ha llegado la hora de que casa relojera mire hacia adelante y enfrente el gran desafío de demostrar con innovación y nuevas propuestas, por qué es Patek Philippe.
PRECIOS
Patek Philippe Nautilus 5711/1A-014: USD 34.893
Patek Philippe Nautilus 5711/1300A (con bisel decorado en diamantes): USD 94.624
